El Enfoque Bíblico de la Sexualidad Humana

En el mundo moderno los jóvenes reciben muchos mensajes confusos. La sociedad usa el sexo para vender productos, como una manera de mantenerse al día y ganar aceptación de los compañeros, como una herramienta para conseguir y conservar un novio o una novia y como un anzuelo de entretenimiento. Por otra parte, los padres, líderes de la iglesia y muchos líderes en el campo médico y académico advierten en cuanto a las consecuencias de la actividad sexual entre adolescentes, y fomentan la abstinencia antes del matrimonio.

¿Dónde podemos encontrar respuestas definitivas? La Biblia es la “luz para [nuestro] camino” (Salmos 119:105) y contiene todo lo que necesitamos saber para ser completos espiritualmente y piadosamente (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:3).

El sexo no tiene el propósito de ser:

  • la única manera de “probar tu amor” (Proverbios 1:10).
  • algo a lo cual te sientes presionado (Josué 24:15).
  • algo que haces ya que “todos lo están haciendo” (Éxodo 23:2).
  • algo que no puedes evitar hacer si estás “enamorado” de alguien (1 Corintios 9:27).
  • algo que te hace sentir que has sido usado.

Entonces, ¿cuál es el enfoque bíblico de la sexualidad humana?

EL ENFOQUE BÍBLICO DE LA SEXUALIDAD HUMANA INDICA:

Dios nos creó varón y mujer.

La anatomía del hombre y la mujer clarifica que Dios tuvo el propósito que el hombre tenga relaciones sexuales, al menos con fines reproductivos (Génesis 1:27-28).

Dios tuvo el propósito que el sexo fuera una parte agradable de la vida de una pareja casada.

Se diseñó el matrimonio como una relación de “una carne”, lo cual incluye la relación sexual (Génesis 2:24). El sabio Salomón indicó que las parejas casadas deben usar sus cuerpos para brindar satisfacción, placer y gozo mutuo (Proverbios 5:15-18). Pablo enseñó que la relación sexual es una deuda y un privilegio del matrimonio (1 Corintios 7:1-5). El lecho matrimonial es “sin mancilla” (Hebreos 13:4).

Dios nunca tuvo el propósito que el sexo fuera parte de la relación entre novios.

Pablo explicó que la lascivia no es la voluntad de Dios, sino mandó que cada persona soltera se apartara de fornicación, y que en el matrimonio, aprendiera a “tener su propia esposa en santidad y honor” (1 Tesalonicenses 4:3-5; 1 Corintios 6:16-19; Gálatas 5:19-21; Colosenses 3:5). Dios espera que permanezcamos santos por toda nuestra vida. “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7). Las relaciones matrimoniales son “sin mancilla”, pero Dios juzgará al inmoral sexual (Hebreos 13:4).

¿Por qué Dios estableció tal restricción para los solteros? Tal vez porque quiere que tengamos libertad—libertad de los problemas que vienen a nuestras vidas a través de la puerta de la promiscuidad. Alguien listó las libertades de la abstinencia sexual:

  • La libertad de los peligros físicos del sexo entre varias parejas; las enfermedades transmitidas sexualmente, el cáncer cervical y el embarazo no-deseado.
  • La libertad de los problemas de control de embarazo: las píldoras y sus efectos secundarios, los dispositivos intrauterinos y sus riesgos.
  • La libertad de la presión de casarse pronto.
  • La libertad del dolor de dar a tu hijo en adopción.
  • La libertad de abusar de otros o ser abusado por otros y la libertad de todos los problemas emocionales que acarrea esto—culpabilidad, duda, preocupación, desilusión, ira y rechazo.
  • La libertad de tener el control de tu cuerpo.
  • La libertad de poder conocer a tu pareja como persona.
  • La libertad de tener el control de tu vida y tu futuro—no afectar tu vida por embarazos no-deseados y enfermedades.
  • La libertad de autorespetarte.
  • La libertad de vislumbrar el matrimonio sin que los “fantasmas” de las relaciones sexuales pasadas te persigan.
  • La libertad de disfrutar ser un adolescente, con muchas relaciones amistosas con los jóvenes de tu edad.
  • La libertad de formar un lazo matrimonial fuerte con una persona para toda la vida—en otras palabras, la abstinencia antes del matrimonio guía a una confianza, compromiso y fidelidad mayor en el matrimonio.

La sexualidad personal está bajo tu control.

Una parte de la sociedad dice, “La gente joven no puede controlar sus deseos. No es lógico pedirles que esperen hasta el matrimonio”. Dios tiene más respeto por los jóvenes que tales personas que piensan de manera poco profunda. Su Espíritu inspiró a Juan a escribir a los jóvenes: “Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno” (1 Juan 2:14). Ellos eran fuertes; habían vencido las tentaciones del maligno.

Esto no descarta el poder de la tentación sexual, especialmente en una sociedad saturada por el sexo. Pero “mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Si resistimos al diablo, huirá de nosotros (Santiago 4:7). La fe fuerte vence al mundo (1 Juan 5:4). Aquí hay dos estrategias para evitar la caída: Evita los lugares y las relaciones que conducen a la tentación (1 Corintios 15:33); busca a la persona correcta y cásate con tal persona (1 Corintios 7:9).

Para evitar la fornicación, primeramente debemos respetar a Dios, y luego respetarnos a nosotros mismos. Una de las razones por las cuales los jóvenes (especialmente las jovencitas) ceden a las tentaciones sexuales es porque tienen autoestima baja y están buscando aprobación. La generación confusa considera la pérdida de la pureza como un rito de aprobación, y las citas degeneradas como su deber.

Para evitar ser parte de otra estadística terrible, infórmate de tu valor personal (Marcos 12:31). Tienes un valor tan grande para tu familia que ellos gastarían el último centavo para verte a salvo y en buena salud si tu vida estuviera en peligro. Eres valioso para la sociedad. De comenzar a laborar en los Estados Unidos, contribuirás más de $1,000,000 a la economía del país por los siguientes 30-50 años. Y lo más importante, tienes un gran valor para el Dios que te creó, ama y dio a Su Hijo por ti. ¡Eres un hijo del Rey! Pablo escribió, “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gálatas 4:7).

Si conoces tu valor, entonces no cederás a los mitos de la sociedad. Por ejemplo, el 25% de hombres en una encuesta creía que la violación es aceptable si el hombre paga la cita. Si un hombre cree que tú “le debes algo” a cambio de pagar una cita, se equivoca. Si un hombre piensa de esa manera, entonces debería citar a una prostituta, no a una joven decente. Tu pureza vale más que una comida de $15 y un boleto para el cine de $12. Confía en tus principios y toma decisiones predeterminadas en cuanto a tu actividad sexual. No permitas que exista en ti alguna confusión en cuanto a tus intenciones y deseos de permanecer pura. De ser necesario, paga tus propios gastos para mantener tu independencia, y siempre lleva un teléfono celular y algo de dinero para transporte público para que puedas llamar a alguien o regresar a casa si necesitas hacerlo.

Los padres deben ser los protectores de la pureza y el placer de sus hijas.

Pablo escribió,

Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case. Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace (1 Corintios 7:36-37).

No se debe usar la sexualidad como un medio de adquirir popularidad.

Tener un enfoque bíblico en cuanto al sexo probablemente no te hará la persona más popular en la escuela (cf. Gálatas 1:10), pero te dará reconocimiento en el cielo (cf. Mateo 10:32). Robert Frost escribió en su poema “El Camino por el Cual se Viaja Menos”:

El camino se separaba en dos en un bosque
Y yo temé el camino por el cual se viajaba menos,
Y eso ha marcado una gran diferencia.

Puedes sentirte solo, pero no lo estás. Cristo está contigo en cada momento del camino (Mateo 28:20). Tus padres están contigo (Efesios 6:4). Tu iglesia está contigo (1 Timoteo 3:15). Tus verdaderos amigos cristianos están contigo (1 Samuel 23:16). Incluso una parte de la sociedad está contigo. Por ejemplo, la ex Miss Estados Unidos (2003), Erika Harold, escribió:

Desde que puedo recordar, siempre he estado comprometida con la abstinencia. He sido bendecida grandemente al haber sido criada por dos padres amorosos que me han animado a fijar estándares altos, a valorarme y guardarme para el matrimonio. Crecí sabiendo lo afortunada que era, y que no todos tienen el amor y el apoyo que tuve. Vi que muchas de mis compañeras usaban el sexo para tratar de encontrar amor y aceptación. Pero en vez de llenar ese vacío, muchas de ellas llegaron a ser madres adolescentes, contrajeron enfermedades y sufrieron desilusiones (“Mis América…”, s.d.).

Erika se graduó con altos honores en la Universidad de Illinois, y fue miembro del Equipo Académico Universitario All-USA del periódico USA Today (estudiantes selectos que destacan en los Estados Unidos). Fue incluida tres veces en la Lista Nacional del Decano, y fue aceptada en la Facultad de Derecho de Harvard.

Ella habló de su enfoque en programas de televisión nacional en los Estados Unidos como The O’Reilly Factor, Good Morning America y CNN. Promovió los beneficios de la abstinencia del sexo, las drogas y el alcohol a miles de estudiantes, padres, profesores y miembros de la comunidad. Incluso presentó un testimonio escrito al Registro Congregacional, describiendo sus experiencias como una educadora de abstinencia.

En su lugar adecuado, el sexo es un regalo de Dios. Fuera de ese lugar, es una herramienta de Satanás. Espera…luego disfruta.

Referencia

“Miss América 2003 sobre la Abstinencia” [“Miss America 2003 on Abstinence”] (sine data), Preaching Today, http://www.preachingtoday.com/illustrations/2002/october/13940.html.