Podemos pensar que hay una diferencia importante entre la sexualidad animal, determinada genéticamente, y la sexualidad humana.
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Podemos pensar que hay una diferencia importante entre la sexualidad animal, determinada genéticamente, y la sexualidad humana.
Freud, al igual que Lacan, señalaba que la sexualidad del hombre, porque habla, porque posee el lenguaje, pierde la determinación biológica. Esta pérdida inicial, estructural, que Lacan llama el "error común", se confrontará con las influencias familiares, sociales, culturales, y cada uno de manera singular responderá a esta dificultad estructural.
Para el psicoanálisis, el sujeto hablará de su historia, de sus identificaciones, sus experiencias infantiles, sus fantasías (inconscientes predominantemente) y a partir de allí armará su respuesta sintomática, que le permitirá tener una vida más digna.
Para el psicoanálisis la sexualidad, es uno de los factores más difíciles de controlar, dominar y programar. Algo se escapará siempre, algo no podrá terminar de nombrarse, hay una parte inasible, pero existente; una parte intangible pero dinámica. Y se inscribe en la más íntima subjetividad.
Cada época proveía sus saberes y costumbres para ese objetivo, dominar y encausarla.
El problema de la época actual es, precisamente, que deja fuera esta dimensión subjetiva y singular, reduciendo al ser humano a un objeto de estudio de las ciencias biológicas por un lado, y de las ciencias socio-
culturales por otro lado.
* Docente del CID Salta - IOM 2